Resumen de Drácula de Bram Stoker

Resumen de Drácula de Bram Stoker

Drácula, la famosa novela de Bram Stoker, publicada por primera vez en 1897, es una obra literaria que ha dejado una huella profunda en la cultura popular. Considerada una de las mejores novelas de terror de todos los tiempos, esta historia ha trascendido generaciones y sigue siendo un referente fundamental en el género. A través de su narrativa, Stoker no solo crea una figura temible y mítica como lo es Drácula, sino que también introduce elementos de horror psicológico y suspenso que han influenciado numerosas adaptaciones y reinterpretaciones a lo largo de los años.

La obra se estructura de manera única, ya que está compuesta por una serie de cartas, diarios y recortes de periódicos, lo que le da una sensación de realismo y urgencia. A continuación, se ofrecerá un resumen detallado de los eventos más relevantes de la historia, destacando los aspectos que contribuyen a su atmósfera única y a la construcción de los personajes principales.

La llegada de Jonathan Harker a Transilvania

La trama de Drácula comienza con Jonathan Harker, un joven abogado inglés, que es enviado a Transilvania para asistir a un noble llamado Conde Drácula en la compra de una propiedad en Inglaterra. A medida que Harker se adentra en los montes de Transilvania, la atmósfera se vuelve inquietante. Los lugareños lo advierten sobre la figura del conde, mencionando su naturaleza demoníaca y sus vínculos con las fuerzas oscuras.

Al llegar al castillo de Drácula, Harker descubre que su anfitrión es una figura extraña, de aspecto imponente pero desconcertante. Pronto, se da cuenta de que está atrapado en el castillo, sin poder escapar. Durante su estancia, Harker presencia sucesos que lo aterrorizan: Drácula muestra habilidades sobrehumanas, puede transformarse en lobo, murciélago y niebla, y no se refleja en los espejos.

A medida que pasa el tiempo, Harker empieza a comprender que está en presencia de un ser sobrenatural, un vampiro inmortal que ha planeado trasladarse a Inglaterra. En este punto, el protagonista se encuentra atrapado en un mundo de terror, y el misterio sobre las verdaderas intenciones de Drácula se intensifica.

El traslado de Drácula a Inglaterra

Una vez que Drácula obtiene lo que necesita de Harker, decide viajar a Inglaterra para cumplir su objetivo: expandir su poder y encontrar nuevas víctimas. A bordo de un barco, el conde realiza un viaje que se convertirá en su primer contacto directo con la sociedad británica. Sin embargo, en el camino, la tripulación del barco es víctima de extrañas circunstancias, y el capitán del barco es encontrado muerto.

El conde logra llegar a Inglaterra, pero antes de hacer su aparición en Londres, ya ha comenzado a sembrar el caos en la ciudad. Tras su llegada, se dedican varios capítulos a narrar el desconcierto de la sociedad londinense ante los extraños sucesos que comienzan a ocurrir. La epidemia de anemias que afecta a varias personas, las desapariciones y los extraños comportamientos de las víctimas, empiezan a alertar a los investigadores y amigos de las víctimas.

La relación de Lucy con Drácula

Uno de los personajes más relevantes en la historia es Lucy Westenra, la amiga de Mina Murray, quien se convierte en la primera víctima directa de Drácula en Inglaterra. Lucy es una joven de gran belleza, prometida con Arthur Holmwood, pero al mismo tiempo, está rodeada por otros tres hombres que están profundamente enamorados de ella: Dr. Seward, el director de un manicomio, Quincey Morris, un estadounidense, y Jonathon Harker, quien finalmente regresa a Londres tras su terrible experiencia en Transilvania.

El conde, al llegar a Londres, empieza a seducir a Lucy, quien se ve afectada por una extraña enfermedad. Tras varios intentos fallidos de diagnóstico por parte de médicos de la época, Lucy empieza a decaer aún más. Es solo cuando Van Helsing, un doctor especializado en medicina occulta, se involucra que se comienza a comprender la verdadera naturaleza de la enfermedad de Lucy: está siendo alimentada por un vampiro.

Los amigos de Lucy, junto con Van Helsing, intentan salvarla, pero ella sucumbe a las fauces de Drácula. Convertida en vampira, comienza a atacar a los niños, lo que lleva a un acto final de matarla y liberarla de su condena. La muerte de Lucy marca un punto de inflexión en la historia, ya que ahora los personajes están completamente convencidos de la existencia de los vampiros y que el Conde Drácula es el responsable.

La lucha contra Drácula

Una vez que Lucy ha sido rescatada de la condena vampírica, un grupo de amigos se une para perseguir a Drácula y acabar con su maldición. Este grupo está compuesto por Mina, su esposo Jonathan Harker, Arthur Holmwood, Dr. Seward y Quincey Morris, quien se convierte en un héroe durante la caza final.

Con la ayuda de Van Helsing, comienzan a investigar las costumbres de los vampiros y los métodos para destruirlos. Los personajes deben rastrear los movimientos de Drácula, quien se traslada de un lugar a otro en busca de seguridad. El conde, aunque extremadamente poderoso, está cada vez más vulnerable al ataque de sus perseguidores, quienes logran descubrir sus puntos débiles.

El punto culminante de la historia se desarrolla en una caza frenética, a través de Inglaterra y hasta el castillo de Drácula en Transilvania. En esta parte, la novela muestra su mayor carga de suspenso y acción. Los protagonistas logran localizar al conde y, finalmente, enfrentarse a él en un enfrentamiento mortal.

Al final de la novela, Drácula es derrotado. Jonathan y Mina logran escapar de su influencia y, al mismo tiempo, se liberan de la maldición que el conde había tratado de imponerles. Quincey Morris muere durante la lucha final, pero su sacrificio permite que el mal se extinga.

Temas principales de la obra

A lo largo de la novela, Stoker aborda temas que van más allá del terror sobrenatural. Un tema recurrente es el conflicto entre la civilización y la barbarie. Drácula representa la amenaza del anticristo, la superstición y el mal antiguo, mientras que los personajes que luchan contra él son portadores de los valores modernos y científicos de la época victoriana.

Otro tema central en la obra es el de la sexualidad y la liberación femenina. El vampirismo se utiliza como una metáfora de la seducción y la transgresión social, especialmente en lo que respecta a los personajes femeninos. Lucy y Mina son representadas como figuras cuyo destino está marcado por su relación con Drácula, un hombre que representa el poder sobre las mujeres, no solo en el sentido físico, sino también en el sentido psicológico.

La mortalidad y la inmortalidad son también temas que se abordan de manera profunda. Drácula, como vampiro, es una figura que desafía las leyes de la naturaleza y la vida, lo que genera una reflexión sobre el miedo a la muerte y el deseo de eternidad.

Finalmente, el suspenso y el terror psicológico son ingredientes esenciales de la novela. La forma en que Stoker juega con los miedos humanos, la atmósfera gótica y los elementos sobrenaturales, crea una tensión constante que mantiene a los lectores en vilo durante toda la obra.


Drácula es una obra maestra que ha perdurado más de un siglo, manteniendo su relevancia en el género del horror. La combinación de lo sobrenatural, la psicología humana, y la lucha entre el bien y el mal, ha cimentado su lugar como un pilar fundamental de la literatura de terror. Cada uno de sus personajes, desde el malévolo Drácula hasta los héroes que lo persiguen, tiene una profundidad única que invita a reflexionar sobre los temas universales de la mortalidad, la moralidad y la lucha contra lo desconocido.

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