Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos, inaugurando un segundo mandato en medio de un escenario internacional marcado por la fragmentación y la volatilidad. Conflictos geopolíticos, disputas comerciales y cambios demográficos configuran un entorno desafiante para la administración entrante.
Desde su campaña, Trump ha manifestado su intención de implementar políticas nacionalistas y proteccionistas. Entre las primeras medidas destacan la imposición de aranceles del 25% a todos los productos importados de Canadá y México, argumentando la necesidad de frenar la inmigración ilegal y el tráfico de drogas. Esta decisión ha generado tensiones diplomáticas, llevando al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a anunciar represalias comerciales y considerar restricciones en el suministro energético hacia Estados Unidos.
En el ámbito geopolítico, la relación con Rusia y el conflicto en Ucrania ocupan un lugar central en la agenda. Trump ha expresado su intención de negociar un acuerdo de paz en un plazo breve, condicionando el apoyo militar a Ucrania a su disposición para entablar conversaciones con Moscú. Este enfoque ha suscitado preocupaciones entre los aliados europeos, quienes temen un posible debilitamiento de la OTAN y una mayor inestabilidad en la región.
La política migratoria también ha experimentado cambios significativos. La administración Trump ha revocado protecciones migratorias para comunidades como la haitiana, acelerando procesos de deportación y generando incertidumbre entre miles de residentes que hasta ahora contaban con estatus legal en el país.
En el plano económico, la adopción de medidas proteccionistas podría tener repercusiones tanto a nivel nacional como global. Expertos advierten que el aumento de aranceles y la renegociación de acuerdos comerciales podrían desencadenar guerras comerciales, afectar las cadenas de suministro y reducir la competitividad de las empresas estadounidenses en el mercado internacional.
La comunidad internacional observa con atención los primeros pasos de esta nueva administración, consciente de que las decisiones tomadas en Washington tendrán implicaciones de largo alcance en un mundo que se muestra cada vez más incierto y complejo.
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